Festival Medieval de Los Caracoles: Celebrando el Ciclo de la Vida y la Comunidad
Cada año, en el mes de Mayo, nuestra comunidad se reúne para llevar a cabo una jornada especial inspirada en la Edad Media. Ciertamente, es el grupo de sexto de Primaria que tiene dentro del currículo del grado las historias y leyendas del medievo, narraciones que van de la mano de la etapa evolutiva de los alumnos y las alumnas, de acuerdo con el conocimiento que del ser humano tiene la pedagogía antroposófica.
Ahora bien, si este es un tema de sexto grado, salta la pregunta sobre el por qué toda la escuela lleva a cabo este festival. Pues bien, dentro de los rasgos culturales medievales que nos llegan a nuestros días, encontramos la celebración del “Palo de Mayo”, evento que se realiza para dar la bienvenida a las lluvias y a la producción agrícola - en el hemisferio norte del planeta-. Esta festividad tiene sus orígenes remotos en las culturas del mediterráneo antiguo, datando los primeros registros de la época del Imperio Romano. Se trata de un evento comunitario, de festejo y agradecimiento a los ciclos de la naturaleza y a los alimentos que nos proporciona la Tierra. El Palo de Mayo es -como sabemos- elemento central de nuestro festival medieval, ya que justamente a partir del medievo esta festividad se propagó por buena parte del mundo occidental u occidentalizado. Al congregarnos todos alrededor del gran tronco adornado con listones y tejer juntos, danzando, trenzas coloridas, llevamos a cabo una actividad comunitaria que ofrece claras imágenes de construcción social para los niños desde edad temprana.
Por otro lado, los nombramientos de escudería para los alumnos de sexto grado y los de caballería para los que egresan de Secundaria se realizan también en comunidad, dando a los niños un sentido de pertenencia y sostén otorgado por todos, como sucede en la propia vida, cuando hablamos de sociedades y grupos. Los más pequeños son testigos de estas actividades dentro del festival, lo que además de darles esta imagen de pertenencia, les genera un sentido aspiracional, el querer llegar ellos mismos a ese momento en el que toda la escuela otorga estos nombramientos a “los niños grandes”.
El vestuario característico de la época con el que nos ataviamos todos ese día nos permite dejar volar la imaginación concreta para la preparación de nuestras ropas y entorno del campus, a la vez que nos refuerza el sentido de pertenencia a una comunidad que festeja. Es por ello, que no los llamamos “disfraces”, sino vestuario, ya que buscamos ser congruentes con la época a la que nos referimos, a la vez que procuramos los elementos naturales para la confección de la vestimenta y de los adornos que dan rostro a la escuela ese día.
No está de más reconocerlo, el ambiente medieval es un espacio que a los seres humanos nos atrae de manera natural, lo que podemos constatar en la enorme cantidad de libros, filmes, piezas teatrales y contenidos de medios que forman parte de nuestro imaginario colectivo. Por ello, en nuestro Festival Medieval recreamos también la arquería de la época, los juegos de destreza corporal medievales, los peinados, la joyería y los adornos corporales, las manualidades, los talleres varios y la escritura rúnica de los pueblos del norte europeo, cuna de las casas imperiales. Y, por supuesto, no faltará la comida de época, que no por ser básica, deja de ser deliciosa.
De manera adicional a todo lo anterior, este Festival Medieval es un excelente espacio de encuentro para todos los niños y todos los adultos que conformamos a Los Caracoles, así como para nuestros invitados. En suma, esta es una gran oportunidad para reconocer nuestra historia, a la vez que convivir, compartir y disfrutar juntos, para celebrar la vida, el sano desarrollo de los niños, la renovación y el nuevo ciclo de nuestro planeta.
2025-05-13 | 05:16:37pm